Miró de nuevo hacia donde estaba su padre. Bueno, hacia donde estaba el cuerpo de su padre. Se sintió rara una vez más. Vacía. Como si toda su vida hubiera estado de alguna manera esperando inconscientemente este instante y ahora nada estuviera ocurriendo como se lo había imaginado. La vida era un puñetero fraude, joder. Siempre se lo decía su padre, pero ella nunca le creyó. Se acercó al ataúd. La verdad es que parecía dormido, Como cuando lo iba a ver algún sábado que otro, cada vez más espaciados entre sí, esa era la verdad, y después del almuerzo el pobre hombre no podía evitar que se le cerraran los ojos por muchos esfuerzos que hiciera. Tenía el mismo aspecto contrariado que ahora que hasta por un instante creyó que se iba a despertar protestando y asegurando que no, coño, que no estaba dormido, que le picaban los ojos y los había cerrado un momento pero que se había enterado de toda la conversación, entre avergonzado y triste por el tiempo perdido. Sí, aquel era su padre. En el fondo, un desconocido que, a pesar de que la vida se empeñó en separarlos una y otra vez, él jamás se rindió y siguió tendiendo puentes entre ellos, a veces tan frágiles que más que un puente era una simple liana mal trenzada pero su padre solía decir que a Tarzán le bastaba una liana para recorrer toda la selva. ¡Pobre hombre! En el fondo lo quiso a pesar de que nunca se entendieron del todo. Es más, tampoco creía que se conocieran de verdad. Lo ciertu es que cada uno tenía una imagen distorsionada del otro: él cuando la miraba veía a aquella niñita de cuatro años que le decía adiós con la mano y ella veía a un señor que prometió volver pronto y tardó diez años en hacerlo. Cosas de la vida, suspiró. Y ahora estaban aquí los dos: un cuerpo sin vida y una vida sin alma. Porque se sentía así: una persona sin alma. ¿Cómo si no podía no estar destrozada por dentro? ¿Cómo si no podía no estar ahora mismo ahogándose en su propio llanto? Joder, papá, al final te tendré que dar la razón y la vida es un puto fraude.
No hay comentarios:
Publicar un comentario